IMPIDEN A HORNBECK PRESTAR SERVICIOS DE CABOTAJE
Después de cuatro años de litigio en distintas instancias, el pasado 16 de junio se confirmó la cancelación de la inscripción de la naviera Hornbeck Offshore Services LLC ante el Registro Público Marítimo Nacional para realizar actividades de cabotaje entre puertos nacionales, luego de que un Tribunal Colegiado negara un amparo directo promovido por esta empresa, al demostrarse que la misma está en control de extranjeros y no mexicanos. El asunto llegó incluso a la Suprema Corte de Justicia que preside la ministra Norma Piña.
La resolución se da al confirmarse la simulación corporativa que cometió la empresa en sus estatutos, en donde a pesar de que el 51 por ciento del capital social está en manos de mexicanos, ello no les da el control de facto o material de la empresa, ya que cualquier acuerdo societario debe ser necesariamente aprobado por los accionistas extranjeros, lo cual viola varias disposiciones de la Ley de Navegación y Comercio Marítimos.
La Secretaría de Marina a cargo del almirante José Rafael Ojeda, gana en definitiva un litigio y sienta un importante precedente que constituye un paso contundente para combatir a las empresas extranjeras que, mediante esquemas de simulación y fraude a la ley, aparentan dar control corporativo a sus accionistas mexicanos para abanderar sus embarcaciones en nuestro país, lo que les permite participar en actividades reservadas a nuestros connacionales.
Un nombre que sale a relucir en este litigio es el de Enrique Garza Tello, socio director de las oficinas en México del despacho internacional, con sede en Inglaterra, Clyde & Co., a quien se le conoce por realizar este tipo de esquemas de simulación para varias empresas que actúan ilícitamente, afectando a las sociedades que sí son realmente mexicanas.
Veremos qué tan enérgica es la respuesta de la SEMAR ante este esquema fraudulento, y si los directores de la firma internacional mencionada en Londres llevan a cabo acciones para evitar que sus filiales en otros países incurran en estas prácticas, que contravienen las normas de compliance que los regulan.
