Los errores cuestan caros
“El hombre que ha cometido un error y no lo corrige
comete otro error mayor”.
Confucio,
filósofo chino.
Perforando
Antonio Carrera
A veces el fracaso es
producto de un error humano, de la falta de planeación o bien de la conjunción de todos los pretextos humanamente
posible inventar. Los cierto es que los errores salen caros máxime en una
empresa como Pemex.
Sin duda, la localización
de un pozo productor o yacimiento no es cosa fácil pues se requiere la mejor
tecnología para la realización de estudios sismológicos (ahora hablamos hasta
de tridimensionales) y, también, de las mejores herramientas para perforar con
exactitud en el lugar y momento
indicado.
Saco a colación lo
anterior porque desde siempre, como cualquier petrolera del mundo, Pemex tiene
acierto y errores a la hora de perforar un pozo exploratorio, y es en el rubro
de los fracasos donde se pierden grandes cantidades de dinero; de acuerdo a
información de la subsidiaria Pemex Exploración y Producción desde el año 1998
han perforado 324 sin ningún tipo de éxito.
La inversión perdida en
estos pozos petroleros que no resultaron comerciales o en algún tipo de
negocios para PEP es catastrófica para las arcas públicas, pues se tiraron 47
mil 261 millones 733 mil 648.3 pesos.
Lo más preocupante es que
conforme PEP se adentre más al proyecto de aguas profundas, las pérdidas por
pozos sin éxito serán más costosas para la paraestatal.
Por ejemplo, el año pasado
PEP perdió tan sólo en el primer trimestre de este año PEP reportó pérdidas
superiores a los 4 mil 978 millones de dólares tan sólo en los pozos
denominados Talipau-1, profundidad de 940 metros, y el Hux-1, perforado con un
tirante de agua de unos 1,130 metros, que tras la inversión resultaron
improductivos en cualquier tipo de combustible.
El año pasado, la
petrolera reconoció que de nada sirvió la inversión de 2 mil 796 millones de
pesos en el pozo Puskon-1, pues igualmente no se tuvo éxito al no encontrar
nada tras alcanzar una profundidad de 600 metros bajo aguas del Golfo de
México.
A la fecha, PEP ha
perforado o está perforando 26 pozo en aguas consideradas profundas y extra
profundas, de los cuales 8 resultaron improductivos, siete con campos de gas y
cuatro con potencial de crudo ligero y/o aceite; el resto aun no se tienen
resultados por estar en perforación.
Sin embargo, no sólo son
los pozos que se perforan en aguas profundas las que originan pérdidas. Por
ejemplo, el pozo Bricol 201, perforado a 7 mil 26ometros en la Región Sur, en
Comalcalco, Tabasco, resultó improductivo y por ende se desperdiciaron los 570
millones 090 mil 169.90 pesos que se invirtieron.
Otro
es el pozo RABASA 301, perforado a 4 mil 756 metros en Agua Dulce, Veracruz, y
donde PEP habría invertido más de 209 millones de pesos.
De
acuerdo al reporte de la Comisión Nacional de Hidrocarburos entre el 2007 y mes
de julio de 2012 se han perforado un total de 278 pozos, de los cuales 128
resultaron productivos y 150 improductivos; es decir el 53.5% de los pozos que
Pemex perforó en este periodo salieron improductivos.
Algo
extraño hay, pero la efectividad de los estudios sismológicos, en su mayoría
realizados por COMESA, no están dando el éxito requerido por Pemex, que
mientras tanto sigue urgido en aumentar su producción.
Lo
que salva las pérdidas de más de 47 mil millones, son los anuncios realizados
por el presidente Calderón con los pozos Trion-1 y Supremus-1 donde se estiman recursos prospectivos del proyecto Área Perdido hasta por 13 mil millones de barriles de petróleo
crudo o equivalente.
Nos leemos en la próxima…
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