“Parte de la violencia que vive México no
ha surgido ahora, tiene su origen en la cantidad de años en que los más pobres
han sido olvidados”.
Luiz Inacio Lula da Silva,
ex presidente de Brasil
Perforando
Antonio Carrera
Hoy llegamos al
75 Aniversario de la Expropiación Petrolera y paradójicamente –hoy más que
nunca- hay poco que celebrar: lágrimas, zozobra y con la incertidumbre de que
la nueva reforma energética lance al precipicio de la privatización a la
empresa que dio razón al festejo de este 18 de marzo: Petróleos Mexicanos.
Creo que muchos
mexicanos no estamos de acuerdo en la política energéticas que ha emprendido el
nuevo gobierno, tampoco con la que permitió que empresas privadas hoy estén
explorando y explotando el crudo de nuestros campos maduros, y peor aun, que
éstas sean extranjeras.
Que podemos
pensar de un partido como el PRI que de la noche a la mañana cambió sus
estatutos para que, de ser necesario, no sólo se privatice Pemex sino que se
pretenda cobrar al pueblo, a través del IVA en alimentos y hasta medicinas, los
7.13 billones de pesos que Pemex pagó al fisco en los últimos 12 años y que se dejaría
de percibir al aplicar un nuevo esquema de contrataciones (algo disfrazado como
cambiar la palabra “privatización” por “modernización”) en la petrolera.
Dicen que con al
reforma energética bajaría el precio de la gasolina; mentira, al final de
cuentas los proveedores de servicios siempre se rigen por sus propia reglas y
siempre se ponen de acuerdo para imponer los precios que a ellos le convengan y
no lo que al pueblo le convenga.
El otro día –a
propósito del tema de nacionalismo- veía un enlace desde Venezuela con el
periodista Carlos Loret de Mola, quien con botella de gasolina en mano, informaba
que un venezolano un tanque de gasolina se llenaba con 7 pesos mexicanos, y eso
que PDVSA es una empresa estatal; en México lo llenamos con 400 pesos… En Venezuela la producción de crudo en 2012
fue de 2 millones 804 mil barriles diarios de crudo, en Pemex el promedio de
producción fue de 2 millones 548 mil barriles diarios.
El primer paso
ya esta dado, los Senadores del PAN, PRI y PVEM aprobaron el Plan o Estrategia
Nacional de Energía presentado por Enrique Peña Nieto.
Los expertos y
la misma oposición de la clase gobernante ven el documento aprobado como un
mero catálogo de buenas intenciones, pues para que se pueda considerar una
verdadera estrategia nacional debió tener una visión integral.
La estrategia
presentada carece de indicadores para poder evaluar los alcances; además, no
tiene un diagnóstico real de la situación real del sector. Es un Plan a modo,
porque en el no se refleja el sentir de los verdaderos expertos del sector y si
se apega mucho a las necesidades globales de los aliados económicos.
El documento
señala, por ejemplo, entres sus líneas de acción dice: Considerar nuevos
esquemas para complementar la inversión pública, mediante el impulso a la
inversión privada, a través de la provisión de contratos de largo plazo que
incorporen el seguimiento del ciclo petroquímico de los productos.
En apartado
denominado punto de partida, el documento señala: Para alcanzar los objetivos
planteados en este documento, tanto en materia de hidrocarburos, como en
electricidad, es fundamental la participación del sector privado.
Hay otro
apartado que dice textualmente: Promover una amplia participación del sector
privado en el suministro de energía.
La palabra
privado aparece 28 veces en el documento, como en el punto que dice: Fomentar
la participación del sector privado en el desarrollo de la nueva
infraestructura de transporte de gas natural por ductos.
Pues celebremos
como nunca este 75 Aniversario de la Expropiación Petrolera, no vaya ser que el
próximo año estemos celebrando el primer año de la Pemex S.A.
Nos leemos en la
próxima…
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